Tiempo que esperamos a Anaís ... desde que nos aprobaron.

1 año 9 meses y 3 semanas

Tiempo en que Anaís está junto a nosotros en casa.

Lilypie Esperando Ticker

01 octubre 2010

Miedos infantiles

Para calmar las ansiedades maternales, debo dejar en claro que los miedos infantiles se inscriben dentro de la normalidad del proceso de desarrollo del niño y suelen desaparecer a medida que avanza el crecimiento. A partir de esta afirmación, las madres podrán mejorar la contención de sus hijos frente a los temores y no desesperarse junto a ellos.

Cuando los miedos son desadaptativos, o sea que no obedecen a ninguna causa real de peligro potencial o se sobrevaloran las posibles consecuencias, el resultado es un enorme sufrimiento por parte del niño que lo padece, condicionando su capacidad para afrontar situaciones cotidianas. En estos casos, se necesitará la ayuda profesional. La tendencia natural es que vayan desapareciendo progresivamente.

Si nos posicionamos en la escala animal, la cría del hombre es la que nace más desvalida y, por ende, la más necesitada de cuidados. Por mucho tiempo, dependerá de sus padres o de adultos que lo cuiden antes de adquirir autonomía propia.

Es así que el primer miedo que nace en los niños es el temor al abandono que se refleja en el temor a quedarse solos. Superar las ansiedades que le provoca la separación no le resulta fácil, debido a que, durante la infancia, se presentan diferentes sucesos en los que se producen este tipo de situaciones, como una separación involuntaria, la escolarización, una hospitalización, el divorcio o separación de los padres, la muerte de familiares y el quedar a cargo de otras personas sean familiares o no.

La timidez se origina como secuela de este temor, ya que se suma el miedo a personas extrañas. Entre el año y los dos años y medio, este temor se intensifica.

El desarrollo cognitivo dará lugar a que entren en juego estímulos imaginarios: monstruos, fantasmas, personajes de ficción... Es común el temor a la oscuridad, soledad, al abandono, al aislamiento y a la muerte producto de ese temor. Estudios realizados sostienen que uno de cada tres niños padece este temor, que puede perdurar hasta la edad adulta.

El origen de los miedos tiene una base genética y otra social. Los padres con tendencia a ser miedosos y/o con más trastornos de ansiedad suelen criar hijos con miedos o ansiedad, en mayor proporción que los padres “normales”. Esto se debe a que los niños buscan y captan la información sobre la reacción emocional de sus dadores de cuidados ante hechos de incertidumbre e inseguridad.

Si el adulto teme de algo, debe mantener el control e intentar controlar también su propio temor, con lo cual servirá de modelo de actuación frente a los miedos.

No puedo dejar de comentar que, en algunos casos, es correcto, por parte de los padres, generar, sin exagerar, un cierto temor acerca de determinadas situaciones de riesgo que se le pueden presentar a un niño. Por ejemplo, es necesario exponer el peligro que comporta hablar con personas que no conoce, pero sin aumentar sus miedos. Educarlo para que sea precavido, pero transmitiéndole siempre confianza y seguridad.

Los miedos aparecen y desaparecen, y, a veces, sin que los padres lo noten. Es interesante saber que, a menudo, los miedos involucran una demanda o necesidad de llamar la atención o el pedido de ayuda por alguna circunstancia que el niño está atravesando y no puede verbalizar. Se debe tener muy en cuenta esto y realizar una escucha activa para detectar el origen del miedo y poder protegerlo mejor. Es recomendable no tratar de convencerlo de que lo que siente es fantaseado o que un miedo no existe como tal, sino que, en todo momento, se sienta apoyado y ayudarlo a que pueda vencerlo elevando su autoestima. Lo importante, ante cada expresión de miedo, es transmitirle tranquilidad y seguridad.

Para el desarrollo armonioso del niño, no debe emplearse el miedo como un instrumento para que obedezca, no sólo por falta de eficacia, sino porque, sobre todo, puede crearle aun más temores en su vida adulta

Revista On Line SAN PABLO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario

El regalo

El regalo
Get your own at Scribd or explore others:

Dar pecho es dar vida

Este precioso vídeo es un spot de televisión titulado “La Teta” realizado en Puerto Rico para fomentar la lactancia materna prolongada. Aunque no tan a menudo como sería deseable, se pueden ver algunos anuncios televisivos en los que un bebé de meses está tomando la teta, sin embargo no es nada frecuente ver niños más mayorcitos. La lactancia prolongada más allá de los primeros 6 o 12 meses no es algo habitual, aunque la OMS la recomiende hasta los 2 años. Eso es lo que más me ha gustado del spot, que se pueden ver niños que ya saben andar solos y hablar siendo amamantados. Otra cosa preciosa del vídeo es la música. La canción se llama “Duerme negrito”, de Atahualpa Yupanqui interpretada por la cantante argentina Mercedes Sosa

Si va a ser... sera en su momento

Marcos Vidal_Uña y Carne

La vida es bella

Pensar en la adopcion...