Adopciones en Chile: Mujeres solas tienen menos posibilidades que matrimonios
Mónica (46) es separada y no tiene hijos. Hace 6 años decidió que quería criar un niño y se acercó a instituciones que gestionan la adopción. Le pidieron "muchos documentos", le hicieron test de personalidad y el trámite quedó estancado. “Pasaban los meses y no tenía respuesta. Finalmente dejé de preguntar, y tiré la esponja. Me di cuenta que ya no tenía edad para postular y que como no estaba emparejada me iba a resultar más difícil”, relata esta secretaria ejecutiva a Nación.cl.
Una experiencia similar vivió Sara (48), vendedora de un mall, quien durante 3 años intentó adoptar un hijo. “Postulé, presenté todos los certificados que me solicitaron, pero me rechazaban porque ganaba un sueldo bajo. Lo único que quería era entregarle amor a un niño, pero el sistema, que en este sentido es injusto, no me lo permitió”.
“FUE UN PROCESO DIFÍCIL”
La historia de la kinesióloga Monserrat Romaguera (52), sin embargo, tuvo un final feliz. Aunque se parece a las vivencias anteriores, porque golpeó puertas y le costó, finalmente pudo adoptar a Sofía, hoy de 14 años.
Tenía 38 años cuando inició el largo camino de la adopción. Estaba separada, era madre de Ignacio (hoy de 22), pero quería agrandar la familia. "Tenía mucho amor para entregar. Sentía que era una buena madre y que eso no se podía perder".
Empezó su peregrinar y visitó varias fundaciones. Comprobó que “para el mundo de las solteras es bien difícil el proceso. Te discriminan y uno se da cuenta que prefieren a las familias en el momento de entregar un niño en adopción”. La madre de un paciente le sugirió que fuera a la Fundación Chilena de la Adopción (Fadop).
“Me atendió la asistente social María Elena González. Yo quería que me dieran la oportunidad de criar un hijo. Me visitaron en mi casa, me pidieron una serie de documentos, tuve que demostrar que era profesional, que tenía una renta adecuada”.
Los trámites duraron cerca de un año y medio. “Una tarde me llamaron de la Fundación y le dije a mi hermana que me acompañara. Siempre que iba salía angustiada, porque ya había perdido las esperanzas. Cuando llegué sentí que esa vez era distinta. Me hicieron pasar a una salita, llegó una guardadora con la guagua, la vi y no la solté más. Ese momento, que es muy parecido al parto, te das cuenta que amas a ese ser”, remarca emocionada.
Han pasado 14 años y Monserrat está feliz con Sofía. Cuenta que la adolescente se lleva muy bien con su hermano Ignacio. “La adopción es hermosa, es indescriptible, no debieran poner trabas a las mujeres solteras”, acota.
Tiempo que esperamos a Anaís ... desde que nos aprobaron.
1 año 9 meses y 3 semanas
28 junio 2011
24 junio 2011
Cerrar los ojos y pedir un deseo !!!
Ayer, Sofía cumplió 40 años.
Otra vez (como viene repitiendo en estos últimos 5 años), al apagar las velitas de la torta, en lugar de pedir tres deseos pidió uno solo, pero tan grande que vale por tres: SER MAMÁ.
En estos cinco años renovó las inscripciones para formar su familia por vía de la Adopción, pintó su casa, no cambió de trabajo, se hizo muy amiga de su vecina, sus padres se mudaron un poco más lejos, sigue calzando 37 y a veces pesa 2 kg. más y otras 2 kg. menos, casi ni se nota que hoy tiene 5 años más que aquel día, en su cumpleaños número 35, cuando pidió por primera vez SER MAMÁ.
Ayer, a 200 km. de la casa de Sofía, Rafael cumplió 7 años.
Otra vez (como viene repitiendo en estos últimos 5 años), al apagar las velitas de la torta que alguien acercó al "Hogar" donde vive, en lugar de pedir tres deseos pidió uno solo, pero tan grande que vale por tres: TENER UNA MAMÁ Y UN PAPÁ.
En estos cinco años, creció 15 cm., pesa 8 kg. más que cuando llegó, se le cayeron 3 dientes (y no fue el Ratón Pérez a llevárselos), todas las Navidades las pasó con una familia solidaria distinta, empezó la escuela primaria y ese primer día de clases nadie lo llevó de la mano, ni lo contuvo ante el temor que sentía, no tiene fotos de sus cumpleaños, ni de el primer día de clases, ni de los actos escolares, tuvo varicela, anginas, fiebre y el antitérmico nunca hizo el mismo efecto que si se lo hubiera dado mamá, vio como los papás de casi todos sus compañeritos de la escuela iban a las reuniones convocadas por la maestra ni…
Rafael tiene una familia de origen, que por algún motivo no puede ejercer el rol de FAMILIA con lo que todo ella implica y así fue que también fue conociendo a sus hermanos en su ingreso al Hogar, porque a medida que nacían un Juez ya decidía su internación.
Cuando dimensionamos la importancia vital de 5 años en la vida de un adulto y en la de un niño, parecería que no tienen la misma cantidad de días, que cada año de los años de Sofía tuvieron la mitad (180) y cada año de Rafael el doble (730). Porque las esperas valen diferente, porque la intensidad de lo vivido, de lo anhelado, de lo negado es distinto, porque las herramientas internas con que unos y otros pueden ir construyendo su vida, su futuro son desiguales…
Por esto es que pedimos que además de hacer cumplir el derecho de todo niño a crecer en FAMILIA, también se debe cumplir con el derecho de ser escuchados. Con los mecanismos con que se disponga a través de un equipo interdisciplinario o, como según ha dicho una jueza, con visitarlos en los Hogares y tomar la merienda con ellos, compartir un día su vida y sin duda, si realmente tienen oídos atentos, mente abierta y corazón dispuesto, sabrán escuchar lo que piden, reclaman, desean… una MAMÁ Y UN PAPÁ y a partir de ahí implementar todo lo necesario para cumplir ese deseo/derecho
EDITORIAL Boletín Informativo
http://www.serfamiliaporadopcion.org
Otra vez (como viene repitiendo en estos últimos 5 años), al apagar las velitas de la torta, en lugar de pedir tres deseos pidió uno solo, pero tan grande que vale por tres: SER MAMÁ.
En estos cinco años renovó las inscripciones para formar su familia por vía de la Adopción, pintó su casa, no cambió de trabajo, se hizo muy amiga de su vecina, sus padres se mudaron un poco más lejos, sigue calzando 37 y a veces pesa 2 kg. más y otras 2 kg. menos, casi ni se nota que hoy tiene 5 años más que aquel día, en su cumpleaños número 35, cuando pidió por primera vez SER MAMÁ.
Ayer, a 200 km. de la casa de Sofía, Rafael cumplió 7 años.
Otra vez (como viene repitiendo en estos últimos 5 años), al apagar las velitas de la torta que alguien acercó al "Hogar" donde vive, en lugar de pedir tres deseos pidió uno solo, pero tan grande que vale por tres: TENER UNA MAMÁ Y UN PAPÁ.
En estos cinco años, creció 15 cm., pesa 8 kg. más que cuando llegó, se le cayeron 3 dientes (y no fue el Ratón Pérez a llevárselos), todas las Navidades las pasó con una familia solidaria distinta, empezó la escuela primaria y ese primer día de clases nadie lo llevó de la mano, ni lo contuvo ante el temor que sentía, no tiene fotos de sus cumpleaños, ni de el primer día de clases, ni de los actos escolares, tuvo varicela, anginas, fiebre y el antitérmico nunca hizo el mismo efecto que si se lo hubiera dado mamá, vio como los papás de casi todos sus compañeritos de la escuela iban a las reuniones convocadas por la maestra ni…
Rafael tiene una familia de origen, que por algún motivo no puede ejercer el rol de FAMILIA con lo que todo ella implica y así fue que también fue conociendo a sus hermanos en su ingreso al Hogar, porque a medida que nacían un Juez ya decidía su internación.
Cuando dimensionamos la importancia vital de 5 años en la vida de un adulto y en la de un niño, parecería que no tienen la misma cantidad de días, que cada año de los años de Sofía tuvieron la mitad (180) y cada año de Rafael el doble (730). Porque las esperas valen diferente, porque la intensidad de lo vivido, de lo anhelado, de lo negado es distinto, porque las herramientas internas con que unos y otros pueden ir construyendo su vida, su futuro son desiguales…
Por esto es que pedimos que además de hacer cumplir el derecho de todo niño a crecer en FAMILIA, también se debe cumplir con el derecho de ser escuchados. Con los mecanismos con que se disponga a través de un equipo interdisciplinario o, como según ha dicho una jueza, con visitarlos en los Hogares y tomar la merienda con ellos, compartir un día su vida y sin duda, si realmente tienen oídos atentos, mente abierta y corazón dispuesto, sabrán escuchar lo que piden, reclaman, desean… una MAMÁ Y UN PAPÁ y a partir de ahí implementar todo lo necesario para cumplir ese deseo/derecho
EDITORIAL Boletín Informativo
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10 junio 2011
emEl puzzle de educar hijos: 4 piezas/em
emEl puzzle de educar hijos: 4 piezas/em: "strong+qFamilia/strong"
La tarea de la formación de un niño es, en ocasiones, como hacer un puzle. Muchas piezas revueltas y uno no sabe bien por dónde empezar. Les compartimos un pequeño puzzle de cuatro piezas que nos ayudarán a educar a nuestros niños más fuertes y felices.
I.- DISFRUTAR LO ORDINARIO Y CONVERTIRLO EN EXTRAORDINARIO.
Ponemos muchas veces nuestra aspiración y comprometemos nuestra felicidad a un improbable, sino a un imposible. Y así no llega. Conviene enseñar a nuestros hijos a disfrutas con las ilusiones seguras, esas que se repiten cada año , pero que no dejan de ser extraordinarios fijos, como el cumpleaños, Navidad, campamento de nuestras iglesias…
¿Cómo? Celebra fechas tan significativas como su cumpleaños para que se sienta el auténtico protagonista, que aprenda a ser feliz ese día con sus amigos, con pequeñas sorpresas, que él haga algo para los invitados. Es además una buena manera para que disfrute al recibir y, de paso, aprenda a compartir con los demás.
A su debido tiempo. El tiempo, tener que aguardar por algo, es uno de los principales motivos de frustración adolescente y no tan adolescente. Querer las cosas ahora y ya, y naturalmente no conseguirlas, es una de los principales motivos de infelicidad de nuestros hijos. No dejo de ver a padres y madres que les compran las más diversas cosas a sus hijos antes, incluso, de que éstos lleguen a desearlas, o antes de tener la edad adecuada para disfrutarlas plenamente.
Una de las fuentes de insatisfacción infantil y juvenil es que ya nada les motiva, sino es conseguir la última consola, o la última tecnología, que les llena breve tiempo, apenas hasta que sale al mercado algo más vanguardista. Enseñar a esperar las cosas a su debido tiempo les hará más fuertes emocionalmente y más felices cuando reciban lo anhelado.
También podemos trabajar para crear ilusión. La ilusión de algo sencillo, pero extraordinario, es un billete seguro a la felicidad. Si alguien es capaz de disfrutar con las sorpresas más pequeñas, ¡qué no disfrutará en la vida!
Debemos introducir en todas estas cosas la oración, pero no como una máquina para conseguir deseos, sino para aprender que el Señor, a su debido tiempo, nos dará aquello que anhelamos y necesitamos. No les robemos a nuestros hijos la oportunidad de descubrir por sí mismos, que Dios provee. En los tiempos de crisis no podemos darles todo lo que deseen, aunque pudiésemos, dejémosles que oren y esperen en Dios, y Él hará.
II.- TODO TIENE CONSECUENCIAS.
Desde pequeños deben aprender que lo que no les mejora les empeora y todos sus actos tienen consecuencias naturales y también espirituales .
¿Cómo? Los niños deben saber que las normas no sólo están para ser cumplidas, sino que son necesarias, y que su incumplimiento conlleva consecuencias. La Palabra de Dios nos enseña abundantemente sobre esto, ahora bien, nuestra enseñanza a la obediencia a las normas sociales debe estar por debajo de la sujeción a las normas bíblicas. Educar la capacidad de decisión y formación ética y moral es la que hará que nuestro hijo no obedezca a un amigo, a un profesor, o a cualquier adulto cuando éste le proponga algo ilegal, inmoral, inoportuno o inconveniente, desobedeciendo la norma que le hemos enseñado de ser amable y obedecer a los mayores. Hemos de asegurar por el bien de nuestro hijo, que cada acto libre suyo le sigue su consecuencia negativa, si el acto así lo fue; y positiva, si fue un acto positivo, pero que siempre le seguirá una honra y reconocimiento si optó por obedecer a Dios en cualquier circunstancia.
Premios. No hay que olvidar premiar cuando se merece, pero… con medida. Si el premio es material, nuestro niño el día de mañana hará las cosas por motivos “materiales”. Si queremos que actúe por razones más elevadas, como el hacer el bien, mantener a la familia, la satisfacción de sentirse útil, servir a Dios y al prójimo… debemos premiarle con nuestro reconocimiento público, con el sentimiento de orgullo de tener un hijo capaz de aquella conducta. Hay que recompensar positivamente a nuestro hijo cuando actúe bien aunque sea lo normal, y según su naturaleza: más sensible, más depresivo, más emocional, con mayor responsabilidad…
El banco emocional. Es un banco que nos sirve como regla para corregirnos entre las personas, y desde luego a nuestros hijos. En este banco no puedes retirar un reproche mientras no hayas ingresado cinco elogios. La regla es 5 a 1: 5 elogios por 1 reproche. Esta es la clave de una corrección estimulante, participativa, eficaz y rápida.
III.- ENSEÑAR A SUPERAR LOS OBSTÁCULOS DE LA VIDA
El niño debe conocer cuáles son los principales enemigos de su felicidad: No conocerse, no descubrir poco a poco la verdad de quién es y cómo, no saberse querido de verdad, estar sobreprotegido. La persona con coraje está convencida de su capacidad de superar cualquier inconveniente. Lo difícil se hace y lo imposible se intenta, procura que se sienta orgulloso de su propio esfuerzo .
¿Cómo? Edúcale para que sea dueño de sí mismo, que controle su propia vida, que sea responsable de su libertad. El niño lo que tiene que aprender no es a llevar su vida por el camino de menores obstáculos, sino que sea capaz de enfrentarse a ellos, a sus consecuencias y a superarlos en beneficio de su madurez, su capacidad, su competencia y felicidad.
Una nota: enséñale a querer, es el quid de todo. Un matrimonio que se quiere bien, de verdad, y sus hijos lo ven, educa bien a sus hijos. Tenemos que querernos en su presencia sin esperar recompensa. A veces trastornos de la conducta surgen de no haber aprendido a amar desinteresadamente, gratuitamente. Los hijos sólo aprenden viendo a sus padres quererse gratuitamente.
IV.- ALGO DE MODALES
Un aspecto cada día más olvidado pero que tiene mucha importancia, son los modales. No se trata sólo de comer con la boca cerrada o ceder el paso o la silla a los mayores, estar bien educado significa procurar la felicidad de la persona que tienes al lado .
Si pensamos en los niños tenemos que poner en práctica:
· Expresar los valores , es decir, predicar con el ejemplo, aprovechar lo cotidiano para generar aprendizaje, ser consciente y coherente, así los niños tendrán buenos modales y copiarán los valores paternos por imitación, aunque el entorno no sea propicio y la sociedad no premie esa actitud.
· Son un idioma . Y una excelente tarjeta de visita en cualquier país o en cualquier relación. Los modales expresan que se anteponen las necesidades del otro antes que las propias.
· No tienen por qué ser aburridos . Se trata de compartir el día a día de manera constructiva. Decía Aranguren: “Lo que nuestros maestros se propusieron enseñarnos, lo hemos olvidado. Lo que nos mostraron en sí mismos, con su conducta, eso, permanece. Y más en el caso de los padres”
Ya el Señor en Deuteronomio 6: 6 y 7, enseñó sobre la importancia de aprovechar lo cotidiano, toda circunstancia para generar aprendizaje. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
El equipo de redacción de +qFAMILIA
La tarea de la formación de un niño es, en ocasiones, como hacer un puzle. Muchas piezas revueltas y uno no sabe bien por dónde empezar. Les compartimos un pequeño puzzle de cuatro piezas que nos ayudarán a educar a nuestros niños más fuertes y felices.
I.- DISFRUTAR LO ORDINARIO Y CONVERTIRLO EN EXTRAORDINARIO.
Ponemos muchas veces nuestra aspiración y comprometemos nuestra felicidad a un improbable, sino a un imposible. Y así no llega. Conviene enseñar a nuestros hijos a disfrutas con las ilusiones seguras, esas que se repiten cada año , pero que no dejan de ser extraordinarios fijos, como el cumpleaños, Navidad, campamento de nuestras iglesias…
¿Cómo? Celebra fechas tan significativas como su cumpleaños para que se sienta el auténtico protagonista, que aprenda a ser feliz ese día con sus amigos, con pequeñas sorpresas, que él haga algo para los invitados. Es además una buena manera para que disfrute al recibir y, de paso, aprenda a compartir con los demás.
A su debido tiempo. El tiempo, tener que aguardar por algo, es uno de los principales motivos de frustración adolescente y no tan adolescente. Querer las cosas ahora y ya, y naturalmente no conseguirlas, es una de los principales motivos de infelicidad de nuestros hijos. No dejo de ver a padres y madres que les compran las más diversas cosas a sus hijos antes, incluso, de que éstos lleguen a desearlas, o antes de tener la edad adecuada para disfrutarlas plenamente.
Una de las fuentes de insatisfacción infantil y juvenil es que ya nada les motiva, sino es conseguir la última consola, o la última tecnología, que les llena breve tiempo, apenas hasta que sale al mercado algo más vanguardista. Enseñar a esperar las cosas a su debido tiempo les hará más fuertes emocionalmente y más felices cuando reciban lo anhelado.
También podemos trabajar para crear ilusión. La ilusión de algo sencillo, pero extraordinario, es un billete seguro a la felicidad. Si alguien es capaz de disfrutar con las sorpresas más pequeñas, ¡qué no disfrutará en la vida!
Debemos introducir en todas estas cosas la oración, pero no como una máquina para conseguir deseos, sino para aprender que el Señor, a su debido tiempo, nos dará aquello que anhelamos y necesitamos. No les robemos a nuestros hijos la oportunidad de descubrir por sí mismos, que Dios provee. En los tiempos de crisis no podemos darles todo lo que deseen, aunque pudiésemos, dejémosles que oren y esperen en Dios, y Él hará.
II.- TODO TIENE CONSECUENCIAS.
Desde pequeños deben aprender que lo que no les mejora les empeora y todos sus actos tienen consecuencias naturales y también espirituales .
¿Cómo? Los niños deben saber que las normas no sólo están para ser cumplidas, sino que son necesarias, y que su incumplimiento conlleva consecuencias. La Palabra de Dios nos enseña abundantemente sobre esto, ahora bien, nuestra enseñanza a la obediencia a las normas sociales debe estar por debajo de la sujeción a las normas bíblicas. Educar la capacidad de decisión y formación ética y moral es la que hará que nuestro hijo no obedezca a un amigo, a un profesor, o a cualquier adulto cuando éste le proponga algo ilegal, inmoral, inoportuno o inconveniente, desobedeciendo la norma que le hemos enseñado de ser amable y obedecer a los mayores. Hemos de asegurar por el bien de nuestro hijo, que cada acto libre suyo le sigue su consecuencia negativa, si el acto así lo fue; y positiva, si fue un acto positivo, pero que siempre le seguirá una honra y reconocimiento si optó por obedecer a Dios en cualquier circunstancia.
Premios. No hay que olvidar premiar cuando se merece, pero… con medida. Si el premio es material, nuestro niño el día de mañana hará las cosas por motivos “materiales”. Si queremos que actúe por razones más elevadas, como el hacer el bien, mantener a la familia, la satisfacción de sentirse útil, servir a Dios y al prójimo… debemos premiarle con nuestro reconocimiento público, con el sentimiento de orgullo de tener un hijo capaz de aquella conducta. Hay que recompensar positivamente a nuestro hijo cuando actúe bien aunque sea lo normal, y según su naturaleza: más sensible, más depresivo, más emocional, con mayor responsabilidad…
El banco emocional. Es un banco que nos sirve como regla para corregirnos entre las personas, y desde luego a nuestros hijos. En este banco no puedes retirar un reproche mientras no hayas ingresado cinco elogios. La regla es 5 a 1: 5 elogios por 1 reproche. Esta es la clave de una corrección estimulante, participativa, eficaz y rápida.
III.- ENSEÑAR A SUPERAR LOS OBSTÁCULOS DE LA VIDA
El niño debe conocer cuáles son los principales enemigos de su felicidad: No conocerse, no descubrir poco a poco la verdad de quién es y cómo, no saberse querido de verdad, estar sobreprotegido. La persona con coraje está convencida de su capacidad de superar cualquier inconveniente. Lo difícil se hace y lo imposible se intenta, procura que se sienta orgulloso de su propio esfuerzo .
¿Cómo? Edúcale para que sea dueño de sí mismo, que controle su propia vida, que sea responsable de su libertad. El niño lo que tiene que aprender no es a llevar su vida por el camino de menores obstáculos, sino que sea capaz de enfrentarse a ellos, a sus consecuencias y a superarlos en beneficio de su madurez, su capacidad, su competencia y felicidad.
Una nota: enséñale a querer, es el quid de todo. Un matrimonio que se quiere bien, de verdad, y sus hijos lo ven, educa bien a sus hijos. Tenemos que querernos en su presencia sin esperar recompensa. A veces trastornos de la conducta surgen de no haber aprendido a amar desinteresadamente, gratuitamente. Los hijos sólo aprenden viendo a sus padres quererse gratuitamente.
IV.- ALGO DE MODALES
Un aspecto cada día más olvidado pero que tiene mucha importancia, son los modales. No se trata sólo de comer con la boca cerrada o ceder el paso o la silla a los mayores, estar bien educado significa procurar la felicidad de la persona que tienes al lado .
Si pensamos en los niños tenemos que poner en práctica:
· Expresar los valores , es decir, predicar con el ejemplo, aprovechar lo cotidiano para generar aprendizaje, ser consciente y coherente, así los niños tendrán buenos modales y copiarán los valores paternos por imitación, aunque el entorno no sea propicio y la sociedad no premie esa actitud.
· Son un idioma . Y una excelente tarjeta de visita en cualquier país o en cualquier relación. Los modales expresan que se anteponen las necesidades del otro antes que las propias.
· No tienen por qué ser aburridos . Se trata de compartir el día a día de manera constructiva. Decía Aranguren: “Lo que nuestros maestros se propusieron enseñarnos, lo hemos olvidado. Lo que nos mostraron en sí mismos, con su conducta, eso, permanece. Y más en el caso de los padres”
Ya el Señor en Deuteronomio 6: 6 y 7, enseñó sobre la importancia de aprovechar lo cotidiano, toda circunstancia para generar aprendizaje. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
El equipo de redacción de +qFAMILIA
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El regalo
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Dar pecho es dar vida
Este precioso vídeo es un spot de televisión titulado “La Teta” realizado en Puerto Rico para fomentar la lactancia materna prolongada.
Aunque no tan a menudo como sería deseable, se pueden ver algunos anuncios televisivos en los que un bebé de meses está tomando la teta, sin embargo no es nada frecuente ver niños más mayorcitos.
La lactancia prolongada más allá de los primeros 6 o 12 meses no es algo habitual, aunque la OMS la recomiende hasta los 2 años.
Eso es lo que más me ha gustado del spot, que se pueden ver niños que ya saben andar solos y hablar siendo amamantados.
Otra cosa preciosa del vídeo es la música. La canción se llama “Duerme negrito”, de Atahualpa Yupanqui interpretada por la cantante argentina Mercedes Sosa