Cómo no disfrutar de tu mirada, como no disfrutar de tu alegría… de tus ojos llenitos de ternura..
Cómo no disfrutar de tu risa en medio de tus juegos.
Cómo no disfrutar de tus silencio mientras duermes, quizás soñando, quizás suspirando…
Cómo no disfrutar de tus primeras palabras. Mamá… Hola…
Cómo no disfrutar del regalo maravilloso de Dios a nuestras vidas. La vida misma reflejada en tus ojos… En tan solo una mirada, en tan solo un instante.. todo cambio. Llegaste tu a nuestras vidas, despojando cualquier instante de penita.. Llegaste a transformar la mirada ya no el el horizonte, sino en la ternura de tus ojitos…
¡Cuanta felicidad se ve en esa imagen!, la nena está para comérsela a besitos, y que bonito lo cuentas.
ResponderEliminarMuchos besos a los tres.